domingo, 28 de febrero de 2010

El zumo de granada

Hay investigaciones que aseguran que el zumo de granada podría ayudar en la lucha contra el cáncer de próstata. Los resultados de este trabajo demuestran que los hombres que tomaron la bebida se retrasó la duplicación de los niveles de PSA (proteína que indica la presencia del cáncer de próstata)en la sangre.

Aunque el consumo debió ser en cantidades 0,24 litros de zumo de granada al día, el tiempo de duplicación de la PSA después del tratamiento se extendió a 54 meses de media.

Antes, la PSA se duplicaba como media cada 15 meses. Cada uno de los 50 participantes había sido sometido a radiación, cirugía u otros tratamientos para combatir el cáncer antes de incorporarse a la investigación.

Todavía es pronto para recomendar el consumo de zumo de granada a los enfermos de cáncer de próstata para decir que se podrían curar solo con esto, si demuestra el estudio que podría demorar o evitar la necesidad de otras terapias con efectos colaterales complicados como sofocos, fatica, depresión e impotenia.
además posee cualidades antioxidante siendo de los producto natural el que contiene hasta tres veces más que el te verde y el vino tinto.

Por su riqueza en Flandes previenen la arteriosclerosis, enfermedades cardiovasculares, enfermedades degenerativas, diabetes(siendo única fruta que no modifica los niveles de azúcar), es especialmente eficaz para las personas hipertensas, tiene importantes propiedades antivirales por lo que consumirlo aumenta las defensas de tu organismos contra la gripe, es estupendo estimulante sexual solucionando problemas erectiles,la razón de semejante virtud radica en su alto contenido en manganeso, constituyente de enzimas y de hormonas sexuales actúa como depurificador de la sangre desintoxicándola, a la vez que permite una extraordinaria regeneración de la misma y de todos los humores del organismo. Sobre todo para los ancianos y para los niños nada mejor que esta fruta maravillosa, conocida como la "reina" de la geriatría naturista,por su bajo contenido calórico e hidratos de carbono apenas 65 calorías 100 grs. Te aporta numerosos nutrientes con un bajo contenido de calorías. Es el único producto natural que contiene extrogenos por lo que la hace especialmente recomendable para prevenir las molestias de la menopausia, por su inmensa riqueza en minerales la acción antianémica del zumo de granadas es ampliamente reconocida. En los casos más rebeldes y serios se prepara un tónico con la yema de un huevo batida a la que se añade un vaso del jugo y 30 gotas de limón. Se toma una hora antes del desayuno. La granada mejora la anemia debida a la falta de hierro. Su riqueza en vitamina C y su aporte de cobre facilita la absorción del hierro, gracias a su elevado contenido en agua y potasio y su escasez en sodio, la granada facilita la eliminación de líquidos a través de los riñones(es recomendable en caso de padecer gota, exceso de ácido úrico, obesidad e hipertensión), el jugo de la granada, solo o con limón, para corregir inflamaciones crónicas rebeldes a los tratamientos convencionales. Todas ceden ante una cura severa, tomando el jugo en ayunas y antes de las comidas (media hora), aparte de las comidas en las que ya esté incluido. Especialmente eficaz se muestra en la esfera O.R.L., en faringitis, otitis y sinusitis crónicas. Su acción en las otitis crónicas supurantes es extraordinaria, siendo casi el único remedio realmente útil y duradero, está indicada en caso de diarreas infecciosas (gastroenteritis, colitis) y en caso de flatulencia y cólicos intestinales.

Se recomienda tomar un zumo de granada después de la comida es uno de los remedios para la acidez y la regurgitación de los ácidos del estomago. sustancias que contiene el zumo de granada poseen un equilibrio natural, al contrario de lo que ocurre con muchos otros zumos. Los minerales (tales como cinc, potasio, magnesio y manganeso), así como las vitaminas B1 y B2 y el alto contenido en vitamina C refuerzan el sistema inmunológico especialmente en épocas de gripe o en caso de actividad física intensa. Su contenido único en la naturaleza en ácidos tánicos (tanino) hace del zumo de granada un antioxidante especialmente bueno (protege a los vasos sanguíneos contra la calcinación) y mucho más efectivo que, por ejemplo, el contenido en ácidos tánicos de la uva (vino tinto). Todas las propiedades que se especificán estan contrastadas por expertos y todas ellas publicadas en revistas medicas.

En algunos países se conoce poco la granada es una fruta con una potente acción aliviadora de la acidez; por eso es un alivio para quienes sufren reflujo gastroesofágico, hernia de hiato o ardor estomacal. Además mejora la función de los riñones y es ideal para las dietas de adelgazamiento por su bajo aporte calórico.

Investigadores de la Universidad Miguel Hernández en el departamento de tecnología Agroalimentaria dirigidos por el profesor Carbonell, han analizado diversos zumos de granadas comerciales que existen actualmente en el mercado español y han determinado lo siguiente.

RESUMEN DEL INFORME REALIZADO POR LA UNIVERSIDAD MIGUEL HERNANDEZ
DEPARTAMENTO DE TECNOLOGIA AGROALIMENTAR

Vía Bajardepeso.es

lunes, 15 de febrero de 2010

EXÁMENES DE CIENCIAS: CONOCER, SABER HACER, HACER BIEN

EXÁMENES DE CIENCIAS: CONOCER, SABER HACER Y HACER BIEN
 
¿Crees que estás preparado para tu examen de matemáticas y después te encuentras con una mala nota? No tienes explicación y te asaltan preguntas como:-Pero, si yo lo sabía hacer..., si me sabía muy bien la teoría..., no me salió bien y no se por qué..., etc. No entiendes por qué fracasas una y otra vez.
 
Los tres secretos más importantes para tener éxito en los exámenes de ciencias están escritos en el título de este artículo: conocer, saber hacer y hacer bien. Hablemos un poquito de ellos.
 
CONOCER:
 
¿Conocer qué? Pues, la teoría, los principios teóricos que forman parte de la unidad didáctica o tema concreto. A veces son teoría pura: El átomo de Bohr, por ejemplo. Es un modelo teórico para la estructura del átomo. Otras veces, el concepto va unido a una fórmula. Y habrá que saber esa fórmula de forma exacta.
 
Muchas personas creen que en las asignaturas de ciencias no hay que estudiar, ni memorizar, y transmiten esta creencia a sus hijos e hijas. La teoría es la base, son los cimientos. Hay que conocerla, entenderla y también memorizarla. Este es el primer secreto: tener una buena base teórica.
 
SABER HACER:
 
¿Qué tenemos que saber hacer? Pues, los problemas prácticos, saber contestar a preguntas teóricas relacionadas con los conceptos teóricos que ya conocemos, saber cómo interpretar y dibujar una gráfica, etc.
 
Debemos saber aplicar los procedimientos de resolución de los problemas-tipo que aparecen en el tema. Al final, no se trata de magia, sino de conocer qué pauta hay que seguir, qué pasos hay que dar y en qué orden. Este es el segundo secreto: dominar los procedimientos.
 
Recuerdo el caso de Ana, una alumna que afirmaba que su mente no estaba hecha para las matemáticas; pero, aunque no tenía una predisposición natural para esta materia, si le dabas una pauta, su rendimiento era sorprendente, porque es muy trabajadora y estudiaba bien los procedimientos. Llegó a sacar notas por encima de ocho.
 
Si el profesor de clase es bueno, sabrá transmitir a sus alumnos y alumnas estas pautas de resolución de los ejercicios; pero, si no es así, deberemos "buscarnos la vida", como se dice coloquialmente: intentar descubrir esas pautas por nosotros mismos, estudiando con detenimiento los ejercicios, o conseguir ayuda: un compañero, una compañera, amigos, hermanos, un tutor o un profesor particular.
 
HACER BIEN:
 
LLegamos a nuestro tercer secreto, sin el cuál, los otros no aseguran el éxito. Hazte la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que verá y corregirá el profesor o profesora de ciencias? ¿La teoría que estudiamos? ¿Las pautas que se supone conocemos? No. Lo que verá es lo que hemos escrito y realizado en el examen, ni más ni menos. Tuve un profesor de filosofía al que un compañero le fue a reclamar un examen, lo recuerdo enfadado y gritando:-¡Lo que me faltaba! Yo sólo puedo corregir lo que escribiste en el examen, no lo que querías decir-
 
Para un examen de ciencias, el razonamiento es el mismo: Es en el examen donde debemos demostrar lo que hemos aprendido, porque es lo que nos van a evaluar. (Por supuesto, a veces, las notas de clase también cuentan para la calificación final, pero no siempre).
 
Por eso este último secreto es tan importante. Hay que demostrar en el examen que sabemos la teoría (haciendo mención a ella), que conocemos los procedimientos y sabemos lo que estamos haciendo, también que somos capaces de hacer los ejercicios sin fallos o con los menos posibles.
 
Hay que practicar, practicar y practicar. Entrenar como los deportistas, hasta hacer todos los tipos de ejercicios y cálculos sin ayuda, con los ojos cerrados y sin fallos. Si "conocemos" y "sabemos hacer", pero no "hacemos bien", fracasaremos. Esa es la cruda realidad, la conozco bien, he realizado muchos exámenes de ciencias durante mi larga vida de estudiante.
 
Sólo quiero que medites sobre estos tres secretos, seas sincero contigo mismo y te preguntes:-¿Realmente, estoy aplicando y domino estos tres secretos?- Y recuerda, lo que marcará la diferencia es que pases a la acción. ¡Ánimo!, aplícate y ponte en marcha.
 
 
Hasta aquí, este artículo de hoy, dedicado especialmente a Estefanía y Carlota.