*INTRODUCCIÓN
En época de exámenes los nervios, la inseguridad, la falta de descanso y la mala alimentación pueden producir innumerables transtornos: depresión, problemas digestivos (como vómitos, úlceras de estómago o diarreas), insomnio, etc.
No cabe duda de que los exámenes y las calificaciones son importantes; sin embargo, nuestra salud lo es aún mucho más. He aquí unos consejos que nos pueden ayudar a vivir la época de exámenes de una forma más sensata. Se trata de que nuestra salud se resienta lo menos posible y de que las horas dedicadas al estudio sean más eficaces.
* ESTUDIAR DE FORMA EFICAZ Y EN LAS MEJORES CONDICIONES:
Se trata de estudiar con método: hay que tener un método de estudio. Como método de estudio podríamos indicar: el de lectura-subrayado-esquema-resumen. Si logramos reducir cada tema, los temas difíciles sobre todo, a una página o a media, y condensamos en ese pequeño espacio las ideas más importantes, nos será mucho más fácil después su desarrollo. Recordemos que el que sabe "de memorieta" NO SABE. SABER es poder decir lo que hemos aprendido con nuestras propias palabras, a nuestra manera.
Por otro lado, si el examen es largo, y no podemos contestar largamente todas las preguntas, sí podemos contestar las que no nos de tiempo de forma esquemática. Demostraremos que sabemos, como mínimo, lo esencial. Otra ventaja de este método es que se trabaja la memoria visual o, fotográfica: "ver" nuestra página al hacer el examen.
Otro método que funciona muy bien es tratar los temas difíciles entre 3 o 4 compañeros y compañeras. Una vez estudiado el tema de forma individual nos "machacamos" a preguntas unos a otros, hasta ser capaces de contestarlas bien. Esto da una gran seguridad de cara al examen y elimina mucho el estrés, además de ser más divertido que estudiar solo.
Sería conveniente hablar con los profesores que nos producen más miedo o respeto, descubriremos que son personas normales y corrientes, que "no se comen a nadie" y que, en la mayoría de los casos, están interesados en ayudarnos. La mayor parte de las veces, descubriremos un ser comprensivo. Hay profesores que se muestran distantes porque son de carácter tímido y reservado.
Buscad el apoyo familiar: que en cada comprendan que estamos en exámenes y que necesitamos "ambiente de estudio". Que se eviten las discusiones fuertes, los volúmenes altos de televisión, cadena musical, etc. Que entiendan que haremos todo lo posible para que los exámenes vayan bien, pero que necesitamos su colaboración. Es bueno dialogar con los padres, los hermanos, sobre cómo nos ha ido con el estudio hoy o cómo nos salió el examen de turno. Esto hay que hacerlo con naturalidad, sin nervios, ni dramatismos. No se acaba el mundo por suspender un examen: siempre hay otra oportunidad. Y al que hace todo lo que puede no se le puede pedir más.
Es importante preparar los exámenes con tiempo: el trabajo diario es lo que proporciona mejores frutos. Cuidado con los atracones del día anterior. No autopresionarse y tener en cuenta la "ley del esfuerzo invertido": tanto queremos esforzarnos, que nos pasamos y se vuelve en nuestra contra, llevándonos a veces a situaciones como la de "quedarnos en blanco".
Aunque, debemos recordar que, en los 2 o 3 minutos iniciales de un examen, estaremos bloqueados: no nos asustemos, es normal, las ideas irán viniendo poco a poco. Debemos seguir leyendo y releyendo el examen, para ir decidiendo el orden en que lo realizaremos. Empecemos siempre por lo que nos sea más fácil y corto. No perder el tiempo en preguntas difíciles, si no sale se pasa a la siguiente.
Fomentar siempre una actitud positiva, fomentando la motivación y no el sentido del deber, que nos abruma y angustia. Llevar una vida lo más parecida a nuestra vida normal: divertirse y relajarse en los ratos libres, hacer deporte, salir. Televisión, la menos posible. Aprender el arte de conectar-desconectar. La mente es como un músculo: empeñarse en seguir estudiando cuando se está muy cansado no sirve de nada.
Para estimular la mente: practicar la postura invertida durante unos minutos, esto irriga bien el cerebro. Si lo vemos difícil, podemos tumbarnos con las piernas en alto. Realizando este ejercicio dos veces al día nos sentiremos mejor.
*CUIDAR LA ALIMENTACIÓN
En época de exámenes se come mal: perdemos el apetito y sin embargo, sentimos una gran vacío en el estómago. Desordenamos nuestros horarios de las comidas y picoteamos entre horas.
Aumentamos la ingestión de productos ricos en grasas, que adormecen el cerebro, y rebajamos el consumo de frutas, por ejemplo, ricas en vitamina C. Por eso son tan frecuentes los resfriados, los catarros, los dolores de garganta, e incluso las gripes. Bajamos nuestras defensas a niveles bajos y nuestra salud es más vulnerable.
A esto hay que añadir el gran exceso de estimulantes: café, refrescos de cola, e incluso de los peligrosos psicofármacos, que producen tensión, taquicardias...y aumentan la posibilidad de "quedarse en blanco" en el examen.
Unos consejos: si sentimos la necesidad de picotear entre horas comamos una manzana, o unas almendras, que refuerzan la memoria. Y tratemos de respetar nuestro horario habitual de comidas. No abusemos de la cafeína porque, además de aumentar el estrés durante cierto tiempo, a partir de cierto umbral, produce el efecto contrario: atonta, no espabila.
Los refrescos de cola descalcifican los huesos y movilizan el calcio, el cual es necesario para un correcto funcionamiento del cerebro. Nunca tomemos fármacos. Aunque, los complejos vitamínicos pueden producir un efecto psicológico positivo, nos dan seguridad si los tomamos, es lo que se llama el "efecto placebo".
* UN MERECIDO DESCANSO
Más importante aún que los descansos entre fases de estudio, es el descanso nocturno. Dormir las horas necesarias y descansar bien es importantísimo.
Debemos aparcar todos los problemas a la hora de ir a dormir y relajarnos todo lo posible a última hora: charlar con la familia, hacer chistes, leer un libro o una revista...etc. Es recomendable dejar ya planificado y preparado el trabajo del día siguiente.
Para descansar: ejercicios de respiración y relajación previos al sueño, los estiramientos de los músculos, un colchón duro, una almohada anatómica para las cervicales, y un cojín debajo del colchón, en la zona de los pies, para la circulación.
Si ponemos todos estos consejos en práctica, a buen seguro, llevaremos mejor nuestras épocas de exámenes.
Un saludo para todos.
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