viernes, 23 de enero de 2009

SI DE VERDAD QUIERES TRIUNFAR: De un artículo de John Anderson.

Sea cual sea el campo de actividad a que nos dediquemos, tener ambición y entusiasmo resulta fundamental. Los que alcanzan las cumbres más altas no son forzosamente los de mayor talento innato, sino los que se esfuerzan al máximo para hacer realidad sus sueños.
 
Sin embargo, no es lo mismo trabajar con dedicación que extenuarse inútilmente. Machacar por machacar no sirve de nada. Es importante perseverar sí, pero no basta. Para que la constancia rinda frutos tenemos que trabajar con eficacia.  Aquí tenemos nueve caminos para lograrlo:
 
* Define tus objetivos:
 
Es necesario que tengamos una meta clara. Establece tus objetivos, plásmalos por escrito y luego dedica todas tus energías a conseguirlos.
 
*Organiza tu tiempo:
 
Para que el trabajo de sus frutos debe ser sistemático, riguroso y gratificante. Es muy útil programar nuestras actividades, hacernos un horario y después seguirlo a rajatabla. Cronometrar nuestras actividades ayuda mucho; así sabremos exactamente cuánto tiempo necesitamos para hacer cada cosa.
 
* Avanza paso a paso:
 
No trates de llegar a la cima de una sola escalada; aplica la "Regla del 1%": Tratar de mejorar en un uno por ciento el desempeño anterior. Plantéate siempre pequeñas metas a corto plazo; al ir lográndolas tendremos nuevas energías para perseguir las siguientes. LLegaremos lejos sin casi darnos cuenta.
 
* Corrige tus fallos:
 
En vez de repetir lo que nos gusta y se nos da bien, concentrémonos en aquellos aspectos que requieran perfeccionamiento. Para triunfar, tenemos que identificar nuestros puntos débiles y corregirlos. Los puntos débiles nos pueden llevar al fracaso.
 
* Date alicientes:
 
Sea cual sea tu campo de actividad, date siempre un incentivo. Si consigues acabar el trabajo del día, prémiate viendo una buena película. Las recompensas nos animan a seguir esforzándonos.
 
* Analiza tu trabajo:
 
Al final de cada día, hora de estudio o periodo de entrenamiento debemos reflexionar y preguntarnos: ¿Qué he logrado hoy? ¿En qué tengo que esforzarme más? ¿Que debo preparar para mañana?
 
* Si puedes, duerme una pequeña siesta:
 
Ese momento de reposo, después de un lapso agotador de trabajo, por breve que sea, reaviva cuerpo y mente para renaudar la actividad. Seguir esforzándonos cuando ya estamos fatigados suele ser contraproducente. Cuando estamos cansados cometemos más errores y descuidos. Hay que incluir en nuestro horario pausas de reposo.
 
*Apóyate en tu gente:
 
Es difícil lograr solos los objetivos; necesitamos apoyo, alguien que nos de ánimos. Haz que tu gente conozca tus objetivos y explícales cómo pueden ayudarte a conseguirlos. Necesitas su apoyo y ellos el tuyo.
 
* No te distraigas:
 
Cuando estemos dedicados a una tarea concreta, el resto del mundo debe "desaparecer". Debemos concentrarnos sólo en lo que estamos realizando. Si para ti el trabajo es un castigo, nunca conseguirás tus objetivos. Trabajar son empeño conlleva momentos difíciles y penosos, y nos sentiremos tentados a "tirar la toalla", pero hay que recordar que cada tropiezo nos deja siempre un beneficio, porque nos hace más fuertes. EL QUE PERSEVERA ALCANZA.
 
Bueno, estudiantes, deciros que este es de los artículos que más me han ayudado en mi vida, tanto profesional como personal. Aprovechad bien estos pequeños consejos, porque son tremendamente útiles.



Con el nuevo Windows Live lo tendrás todo al alcance de tu mano

No hay comentarios:

Publicar un comentario